Érase una vez hace muchos, muchos años un postadolescente universitario que se fue a cursar un año en una universidad extranjera. El estudiante en cuestión llegaba con el alojamiento acordado entre las universidades de orígen y de acogida. Ese alojamiento consistía en una habitación de (gracias a Dios si llegaba a) unos diez metros cuadrados, con lo necesario para sobrevivir:
- Ventana, en planta baja, sin barrotes y olé.
- Contraventana.
- Fresquera: dícese de el espacio entre la ventana y la contraventana en los meses de noviembre a febrero.
- Cama.
- Sofá (la cama).
- Silla y silloncito.
- Escritorio.
- Mesa para comer (el escritorio).
- Armario.
- Estanterías (las del armario).
- Vanity, pero sin fair (lavabo y espejo).
- Puerta (una entre treinta en el pasillo).
Luego había una habitación con una encimera de obra, dos placas eléctricas, un aro del que colgaba una bolsa de basura comunitaria, un fregadero de dos senos y un par de ventanucos. Algunos lo llamaban la cuisine.
También teníamos otro «espacio» con tres duchas y tres retretes. Éstos no tenían tapa. Aquéllas siempre estaban libres. Pura higiene, oiga. Vive la France.
Las deplorables condiciones en las que nos encontrábamos nos hacían trabar lindas relaciones entre estudiantes de todas nacionalidades. Una de las personas que recuerdo con más cariño es una chica que ahora está llevando a cabo un proyecto increíble: la vuelta al mundo en bici. Bueno, en realidad hace un estudio acerca del uso de la bicicleta y sus beneficios para el mundo actual. Es interesante porque además trabaja la perspectiva empresarial. Recomiendo leer lo que está «sufriendo» esta niña en:
http://www.biketheworld.es/
paraepiephedrín en posts, vía ocular
No luches con monstruos para así no convertirte en uno de ellos: si contemplas el abismo, el abismo te devuelve la mirada.
– Nietzsche
bike the world
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2 efectos secundarios:
Ay madre la cité u... todavía recuerdo la tremenda y compleja organización que conllevaba que me invitaras a cenar... y también como se me salió el yógur al intentar vaciar el liquidillo en el lavabo en una de esas cenas!
Lo que no recuerdo es a la bike de world!
y no hace tantos años... sólo 8!!!
Te recuerdo que el incidente del yogur está documentadísimo. Jiji.
^_^
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