Header

regomello

Se instala.
Primero le doy pábulo, porque me pilla desprevenido y se entromete. Sobre todo, si es un momento tranquilo. Empieza con anestesia, por la vertiginosa velocidad. Pero es breve.
Luego muerde. Es intenso y doloroso. Remezcla. Arde.
Después contraataco, intentando en vano...
...no temer.
...no tener.
...que no, que no, que no...
Pero contraataca y duele aún más, porque viene con una daga cargada y lo espeta en el pecho.
Cuando vuelvo a intentarlo, normalmente, deseo mal.

Entonces el retorno es nefasto, en forma de espejo, y me lanza mi peor imagen. Y me odio. Y
lo odio todo. Y quiero rebobinar. Y quiero una evasión total e instantánea.
Antes o después, algún pensamiento sensato hace que se me pase. Pero no se disipa por completo.