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por una televisión sin programas del corazón

En esta tierra hay un canal de televisión que no emite programas de prensa rosa. En mi piso nos propusimos decir frases acerca de este tipo de televisión:
- Son programas de pura gente sin quehacer.
- Son horteras.
- Si no los ves, a veces te sientes como extranjero cuando te pilla una tertulia mari en la calle, o en la pescadería, o en la pelu, o en el transporte público...
- Es la peor bienvenida televisada para un extranjero, porque son puritas peleas y gritos.
- Pero AR es la reina, ¿no? Si no ¿quién va a ser?
- Bueno, ella va de culta.
- Al final es todo puro chismerrajo.
- Programas que no entiendes.
- La peor tortura para tu mayor enemigo: lo sientas, lo amarras y ¡hala! a zampar rosa.
- El mejor aliciente para Mafalda: «Si no te tomás toda la sopaaa...»
- Correctivo ideal para los no comedores de verdura.
- Pero es en la hora de la siesta, puedes pasar tranquilamente.
- La Duquesa de Alba es el pilar de estos programas ¿no? Así la conocimos todos los extranjeros. Lo peor del caso es que a poco que veas la tele, todo el mundo acaba conociendo a esos personajes pseudofamosos.
- Véase el caso pantoja. O lo que es peor, la web.
- Sirve para disfrutar más del resto de la tele, ¿verdad?
- Y todavía hablan hasta de Camilo Sestooooo.
Terminamos por coincidir en que la prensa del corazón estaba diseñada de manera que bastaban tan sólo tres o cuatro programitas para un completo update de la vidilla rosa. Y en que engancha porque no se necesita ninguna inquietud especial, ni conocimientos previos, especialmente no de arquitectura, ingeniería mecánica o traducción.

elecc... juerga

queda clausurada esta legisla... feria

¿secuelas sectarias?

Cuando llegué a Barcelona ya llegué desencantado del metro. Pero, comoquiera que es un medio de transporte necesario, uno lo toma y -de paso- aprovecha la vidilla que conlleva.
Hoy un señor salía del vagón cuando me iba a montar. Vi que otro tipo le estaba dando golpes en la cabeza o la espalda. No lo vi muy bien, pero sí que vi la cara de espanto del señor que bajaba, golpeado. El tipo que alegremente había golpeado al señor balbucía en una mezcla de catalán y español frases de un nivel de intelección 2 en una escala de 0 (nomanterao dená) a 10 (iraqueclarito). Se comportaba, de hecho, de manera extraña.
Por ejemplo, sonaba un reloj. Entonces, emitía unos sonidos por su boca que se asemejaban a algo como «Lassei, lassei. Sonlassei, ha-ha-ha» (esta risa daba un poco de miedito). Digamos que entonces se jum se «emocionaba» y se levantaba de su asiento. El asiento se lo cedió una señora que prefirió seguir de pie a pesar de sus muletas. Ahí es nada.
Llevaba una mochila del Barça y no paraba de repetir cuando se levantaba: «Mmmbbdammadrí, mmbbdammadrí». Se me ocurrió que se trataba, quizás, de un espécimen tocado por las secuelas de lo que algunos periquitos dan en llamar la puta secta [sic].
Este lugar es muy curioso, aunque a veces me planteo si en mi tierra no hay ejemplares parecidos.

abanico

Premisas:
- Un vagón es lo más peor en deshidratación (iba a poner «lo puto peor» pero he preferido este error garrafal a tamaña grosería). Deshidratación general (de todo el personal del vagón), no de cualquier tipo.
- El abanico es el mejor instrumento contra el calor que exista en el mundo eppañó y olé.
- La tostada debe estar adherida perfectamente a la espalda del gato para que vuele.
En casos en los que hay que estar en un vagón sin aire acondicionado e hidratado a la par, la solución al problema está bien clara. Aventarse con el susodicho invento.
Ande yo frío que de la gente me río.

Bueno, pues venía yo a puntito de deshidratarme (vamos, que les estaba rogando a las gotas de sudor que se volvieran para adentro) el otro día. Estaba recién montado (más bien high que sodomized) en el vagón. Con la calor que hacía, yo no iba a dejar de darme un poquito de aire. Estaban con un par de viej...ancianas con sendas proles allí sentados. La hija de la una y el hijo del otro. Se querrían desplazar, digo yo, y quien sabe si al mismo lugar que yo y todo. A partir de ahora las llamaremos:
· La graciosa: la viej...anciana dicharachera, madre de
· El hijo (un poco soso, la verdad)
· La muda: la viej...anciana que no hablaba, madre de
· La hija (que ya veréis qué bien me cae).
La hija coloca a la muda, le pone su bandejita del tren cual bebé en su trona y se sale a la puerta con la comitiva de despedida.
- Habei vihto lo que nohhá tocao, habei vihto lo que nohhá tocao, ehn -y le dice la que debía ser su hermana o (peor) su cuñada:
- Ese trae er trahe de hitana en la borsa.
Mientras tanto, la muda saludaba al más puro estilo Borbón.
- Ira, salúa como la reina. -añadió alguien desde fuera del vagón.
Yo me relamí, saqué la libreta y me dije: post que sus crió.
La graciosa, con el hijo al lado iba repitiéndole a algún pariente por teléfono en un cuadro costumbrista moranqueño total:
- Dinle que ya vorvemo pa'Hpaña. -y luego se dirigió a los presentes,- Porque ehto eh otro paí.
Risitas cómplices.
Y luego el hijo va y se despide por teléfono tipo Omaíta:
- ¿Ha colgao tú yaa? ¿Ha colgao? ¿No? Poh cuerga. -prometo.
Teléfono aparte, los presentes comenzaron su exaltación de la vida rural:
- Pues es que somos de Talpueblo.
- ¿Qué dice? ¿Sí? Ira qué bien. Nosotrah también.
- Pues hemos ido a la novena de la Virgen y tó.
- Ehque Cataluña eh otro mundo.
- Sí. Trabajan la mujer y el hombre, es otra mentalidad.
- Poh de Cataluña sehtá vorviendo mucha hente.
- Mamá ¿quieres un yogur o queso?
- Hmm. -y se comía ceremoniosamente su natural con bífidus.
- Y mi hija tiene un puesto en el mercao de Talpueblo. Que el mercao eh otra: menoh mal que lo han arreglao.
- Zi, porque zi no ze iba perdiendo.
- Qué vicio de comer manque no tenga una ganah. -decía sacando un bocata de salchichón ahí.
- Y ahora ahín la llevah al pueblo, con loh parque tan bonitoh.
- Pero ella hquiere aquí. Que le guhta la ciudá.
- Y la caló en Barcelona eh peoh.
- Ara zí que hace buen tiempo.
- Pos en Andalucía ha llovío.
- Ya, ahquí el entretiempo za perdío.
- Hmm.

A menudo disfruto de estas conversaciones intranscendentes del transporte público. En este punto de la conversación yo estaba ya dando una cabezada, así que si en algún momento la muda habló, no me enteré.

Voulez vous du maffé ?

El otro día quedé para cenar con mi hermano postizo y sus compañeros de piso. Bueno, de hecho, estaba convencido de que cenaríamos en su piso, así que allí me presenté con mi rosatdalpanadés, mi barrita de pan y mi jamoncito serrano en lonchas. Que no se diga, oiga.
Total, que me entero de que en realidad hemos quedado para cenar fuera, entre semanas. Olé ahí mis niños buenos.
Entonces mi mirada se dirigió al set de aperitivo cañí. A lo que mi hermano postizo, nuestro colega el del cumpleaños y yo pensamos al unísono: «mmmm». La sangre del sur no perdona.

Lo que se llama sentarse a tomar algo:
- Enga, amo a servir un vinito.
- ¿Y si saco el atuncico en salazón?
- Uy, qué buenas ideas estamos teniendo.
- No si al final, se le daba uso, ya sabía yo.
- Blablablablabla...
- Blablablablabla...
- Blablablablabla...
- Blablablablabla...
- Blablablablabla...
- Blablablablabla...

Añadamos que la tapita de jamoncito y salazón no era plan de dejarla a medias. Esas cosas cuando se abren hay que acabarlas. El rosado, tres cuartos de lo mismo. Bueno, ocho novenos y medio, para ser más exactos. De lo contrario los alimentos se deterioran, hombre.

··· --- ··· mientras tanto en otro lugar: ··· --- ···
- So, they just called to say they will be late...
- Oh, God, can't they ever be on time?
··· --- ··· ··· --- ··· ··· --- ··· ··· --- ··· ··· --- ··· ··· --- ···

- Vamof, fe llegamof darde.
- Gue no be gabe mahhamón nlaboca.

Ecuación
Desde la hora acordada hasta que llegamos: 30 minutos +
Adelanto británco por deferencia: 5 minutos =
__________________________________
¿Quién tuvo la culpa? El andaluz.

Bueno, pues tan adiestraditos tenemos a los británicos, oiga, que ya casi no me quedan moratones en ningún sitio visible. Y luego, rumbo al restaurante. La entrada ya olía a comino. Al poco nos pusieron en la mesa y tal, éramos unos ocho o nueve en total.

Ingenuidad número uno:
El camarero dijo que nos tomaría nota más tarde, porque éramos la mesa más grande. Asentimos (puñetero rosatdalpanadés). Eso sí, la bebida que no falte, para entretenternos de la mejor manera.
Pedimos por fin. Uno, inocente, cuando sale de casa se pide lo que no acostumbra a cocinar. En este lugar, los platos se elegían con unas tarjetas cuadradas, plastificadas en la papelería de la esquina -fijo- que llevaban el nombre del plato y los ingredientes, cada una de un colorcito. Había pollo, ternera, cordero y yuca (tarjeta verde, suitable for vegetarians). Pues cordero, que como poco en casa, pensé.

Ingenuidad número dos:
Como deberíamos haber sospechado, entre que ya habían pedido seis otras mesas y/o que el camarero se despistó y/o que nos dejamos timar como lerdos (aka lochinos), pues no había de lo que queríamos. Tuvo que venir una negrita a explicarnos el entuerto, que su variada oferta se había visto reducida a un plato de carne y otro de verdura(suitable for vegetarians). El primero se llama maffé, que es pollo en salsa con arroz, y el segundo era un lecho de yuca hervida con emplasto de espinacas (suitable for vegetarians).

Así que tuvimos que pedir de nuevo,yo me pedí un suitable for vegetarians recalentado al microondas. Después de todo esto, no dudamos mucho en ahogar nuestras penitas en alcohol. Y así fue cómo probé la comida senegalesa (suitable for vegetarians).

adolecer

Retomando el post de las chicas de Quédate a dormir (pronto pareceré un review de su blog), he aquí un flashback, porque el tema daba para más que un comentario.
Mi adolescencia, como decíamos, aunque no creo que fuera mejor que la de nadie, la recuerdo sencilla en sí (¿memoria selectiva?) porque yo tenía muy claro cómo me tenía que comportar, o eso creía, que a efectos prácticos es lo mismo. Ahora no, claro, y he descubierto que se debe a que fui niño hasta la universidad. Luego me malogré, como todo buen adolescente hace de un modo u otro, para convertirme en esto...
Bueno, pues la anécdota es la siguiente: el menda cuando era adolescente se enamoró de un proyecto de superheroína (no, de esas no: yo decía no a las drogas), porque nos gustaba la misma serie petarda de dibujitos japoneses (que era el término para anime en nuestra época, hijos míos).
La serie era esta:



La chica en cuestión, supongo que llena de confianza en sí misma, mire usted, creyó que no podía ser verdad y que aquello era una broma de las chicas malas del instituto compinchadas conmigo (o ¿qué os creíais? ¿que de esas/os sólo había en vuestro cole?). Porque claro, las muy petardas -imbuidas de hastíoadolescente noquéhacerconmivida asíquedaréporculo- me habían escrito una bella carta de amor de la pobre muchacha en la que su adoración por mí se veía comparada con las peores ventosidades humanas. Señor, si la encuentro la reproduciré en otro post.
Pffff...
¡Qué tiempos aquellos!
Si a alguien le suena esta historia, puede manifestarse. Jijiji.

allons enfants de la patriiieu

>>>>>especial présidentielles<<<<<

Tras la victoria de Nicolas, nos congratulamos de que hayan acabado las présidentielles. Si os habéis quedado con ganas de cachondeo:
· Este vídeo y
· este otro de los guiñoles franceses son cortesía de Al_Val.
· Las camisetas de esta tienda no tienen desperdicio.
· Bueno, ni la web de quienes las idean.

Usemos los comentarios para ensalzar o criticar la política francesa.
Vale también compararla con la española.

Bonne nuit !

corahe

Hoy me paso por aquí para enseñaros este video de Steve Jobs en la universidad de Stanford.
Estamos tan acostumbrados a que hay que ir a la universidad, que sacar las mejores notas, que etc. etc. que se nos olvida a veces que lo importante es quizás dedicarnos a algo que nos guste. Lo importante es darse cuenta de que es el trabajo contínuo el que nos sacará del atolladero mileurista.
Este post está dedicado al 7machos (también conocido como el Repe) y a mi mileurista televisada preferida.