Header

adolecer

Retomando el post de las chicas de Quédate a dormir (pronto pareceré un review de su blog), he aquí un flashback, porque el tema daba para más que un comentario.
Mi adolescencia, como decíamos, aunque no creo que fuera mejor que la de nadie, la recuerdo sencilla en sí (¿memoria selectiva?) porque yo tenía muy claro cómo me tenía que comportar, o eso creía, que a efectos prácticos es lo mismo. Ahora no, claro, y he descubierto que se debe a que fui niño hasta la universidad. Luego me malogré, como todo buen adolescente hace de un modo u otro, para convertirme en esto...
Bueno, pues la anécdota es la siguiente: el menda cuando era adolescente se enamoró de un proyecto de superheroína (no, de esas no: yo decía no a las drogas), porque nos gustaba la misma serie petarda de dibujitos japoneses (que era el término para anime en nuestra época, hijos míos).
La serie era esta:



La chica en cuestión, supongo que llena de confianza en sí misma, mire usted, creyó que no podía ser verdad y que aquello era una broma de las chicas malas del instituto compinchadas conmigo (o ¿qué os creíais? ¿que de esas/os sólo había en vuestro cole?). Porque claro, las muy petardas -imbuidas de hastíoadolescente noquéhacerconmivida asíquedaréporculo- me habían escrito una bella carta de amor de la pobre muchacha en la que su adoración por mí se veía comparada con las peores ventosidades humanas. Señor, si la encuentro la reproduciré en otro post.
Pffff...
¡Qué tiempos aquellos!
Si a alguien le suena esta historia, puede manifestarse. Jijiji.

4 efectos secundarios:

Anónimo dijo...

Jajajaja. Qué capullas!!! Tú no te preocupes, que insufribles malotas hemos tenido que aguantar casi todos. A mi una vez me mandaron la foto del papa en mitad de clase. Debía de ser porque en el instituto yo pasaba bastante de los tíos e iba a mi bola. Claro, eso estaba penalizado.
Me levanté en mitad de la clase, dije... ¿de quién es esto?? Nadie contestó... Bueno, entonces lo romperé y lo tiraré, si no os importa. Una manita se levantó: era la malota. "Ehhh, que es mío".
Se lo tiré a la cara y tuvo que levantarse a recogerlo del suelo en mitad de la clase (por aquél entonces las clases no eran el cachondeo de ahora). El profesor no me dijo nada. La malota no me volvió a pasar nada. La verdad es que les agradezco el papel que hicieron en mi vida. Eran tan estúpidas que sólo sirvieron para autorreafirmarme

eρHedro dijo...

...porqueeee ¿tú estás segura de que no eras mala? ... jijiji

^_^

Yo de adolescente era -ya lo he asumido- lo que se llama un pánfilo. Así que este tipo de salidas triunfales no me salían a menudo.
Excepto aqueda vez, que el profe de historia (bendita su esposa) puso en duda delante de toda la clase si iba a aprobar. A lo que yo contesté ufano:
- No vendas la piel del oso antes de cazarlo.
Y se tuvo que callar. Juajuajua.

redronin1b dijo...

Jo, mi adolescencia-adolescencia fue normal, muy feliz y hasta con sexo (tuve una novia desde los 15 hasta casi los 25 (la misma!! esten atentos las proximas semanas a Quedate a Dormir para ver el desenlace (bajo seudonimo, que uno es muy discreto)). Siendo hermano mayor de 2 petard... esteee 2 hermanas, el rol hijo responsable y maduro tuve q asumirlo pronto, y no ha sido hasta mi reciente estancia en Lyon cuando he vivido mi verdadera adolescencia (mejor que normal (valeee, ha sido un poco marciana), mucho mas que feliz y con bastante mas sexo (vivan las guiris!!!).

Anónimo dijo...

VIVA SAILOR MOON