Sabéis, me repatea la gente que diferencia entre ser de ciencias o de letras. En realidad, es una excusa para no admitir que a uno le falta conocimiento o curiosidad de aprendizaje. Manda narices. Os copio aquí un texto de un autor británico que nos reseña un matemático en su blog:
Las historias están a nuestro alrededor. Están por todas partes. Aprendemos de ellas, hablamos sobre ellas y nos entretienen. No hay ninguna faceta de la actividad humana que no se vea influida por una narrativa de algún tipo.Jasper Fforde en la conferencia Thursday Next y la Metaficción (¡PDF!) que pronunció en la entrega del XVII premio de la Universitat Politècnica de Catalunya de novela corta de Ciencia Ficción.
Cuando erais niños, vuestros padres os decían que si tocabais el horno os quemaríais y después lo lamentaríais.
Esto, en sí, es una pequeña tragedia en tres actos.
Deseo que os sea propicio
del ciclo solar el reinicio.
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Gracias a EmeA, recuerdo las buenas prácticas de enlazar, como: avisa que viene un PDF. Menos mal que este no era pesado.
11 efectos secundarios:
¡Gracias por el PDF de la conferencia! :D
De nada.
:P
Pues yo no estoy de acuerdo. Lo de ciencias o letras, no deja de ser, eso es verdad, una simplificación del camino intelectual que uno ha seguido. Concedo que el que es de uno u otro polo (el que como yo está más cercano a uno de los extremos claro), tiene cierta aversión a los conocimientos del polo opuesto, pero no creo que sea como dices causa de una falta de curiosidad sino de una enfocada a aspectos bien concretos.
En fin, como todo estereotipo, en el lenguaje cotidiano, lo que se desliza son los dos polos del mismo. En medio, una gama infinita de grises con tonalidades muy potitas.
Lo del fragmento que nos dejas que dice que lo del horno es una tragedia en tres actos, pues yo veo un claro condicionamiento operante de castigo positivo. Muchos ojos mirando un mismo acontecimiento hacen que el mismo se convirta en muchos acontecimientos. Un poco perogruyada, pero a mi ese fenómeno de la subjetividad de la percepción humana es algo que me ha fascinado desde siempre (y ya si lo relacionas con el lenguaje, más).
Besos Portu.
Perdón por la desastrosa redacción.
Pues a mi me ha hecho gracia otra vez cómo decimos cosas sin saberlo.
Por ejemplo, si este autor británico diera su conferencia en Marruecos, sin ir más lejos, y pusiera el ejemplo del horno, la mayor parte de la audiencia se quedaría pensando en lo cómodo que debe ser tener un horno en tu propia casa.
Igual, por un momento, perdían el hilo de los actos de la tragedia o de la importancia de ser o no ser de ciencias o letras. Pero sólo por un momento, claro.
Pues don Argaxcito, sepa que lo que me repatea es que se use como excusa lo de acotar.
Inevitablemente, hasta el más ecléctico y mulitididacta podrá tender más hacia unos u otros campos de conocimiento.
Yo quiero saber lo que es el condicionamiento operante.
Mudito, a ver si no van a estar tan mal de hornos en Marruecos... y tú ¿qué es lo que has dicho, sin decir? Se ve que sabes mucho de Marruecos.
Pues sí, pero es sólo un ejemplo. Imagínate en Afganistán o en...
Cuando yo estuve en Marruecos hace unos años, estaban como en mi pueblo cuando yo era pequeño: se preparaba una bandeja con lo que se quería hornear, y alguien (en mi casa yo, que era el pequeño) se ocupaba de llevarlo a la panadería y de recogerlo cuando le dijeran.
Éste hombre, con su inocente ejmplo, a mí no me está hablando de códigos linguísticos ni de unidades gnoscitivas: me está hablando de que su mundo es muy diferente del mío.
Por eso digo que a veces se dicen cosas que no se llegan a saber: él esto no lo sabe. Pero no le busques más tesis a un cometario.
¡¡Sí, hombre, y desnaturalizar mi ser!!
Tu culo, es lo que deberías desnaturalizar un poco (y yo mi panza, ya lo sé...).
si quieres saber lo que es el condicionamiento operante, por que no me preguntas? me suestimas porque no acabé la carrera :(
El niño que ante la conducta C de tocar el horno, recibe un estímulo E aversivo, que se quema, queda condicionado por la experiencia, y no volverá a tocar el horno, de esta manera se forma la personalidad del ser, que en el conductismo no es más que las conductas que hace y las que deja de hacer una persona durante su existencia.
Aunque, Víctor, en el ejemplo no hay tal condicionamiento, son los padres los que le cuentan al niño lo que ocurrirá si toca, le advierten, esto es otra cosa, otra forma de aprendizaje (no muy efectivo por cierto).
Pero sí, lo único que pasa es que hay dos formas de ver la vida, desde un punto de vista matemático o científico, y desde otro más literario o poético, la carrera que se elija no tiene nada que ver con esto, lo de Einstein era poesía, no hay más que leerle, y lo de Lázaro Carreter a parte de ser un coñazo, se acerca más a una férrea matemática.
He dicho.
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