Cuando un intento de censura amplifica la información, se trata de un efecto Streisand. Según nos cuenta la wikipedia, se debe a un incidente de la artista con una web que publicó una vista aérea de su casa en la costa de California.
La Señorita Puri nos recuerda algo de lo que han hablado incluso los medios convencionales, como es ese desastre de Photoshop en el que se ha convertido el retoque de la modelo Filippa Hamilton.
En todo caso, parece que alguien les ha dicho que no convenía intentar callar bocas y retirar publicaciones como si nada, porque internet no se calla (¿nadie se ha leído el manifiesto Cluetrain?) y han hecho algo de caso. Así, que, la empresa en cuestión ha dicho:
Durante más de 42 años, hemos construido nuestra marca basándonos en la calidad y la integridad. Después de investigar en profundidad, sabemos que somos responsables de la imagen pobre y retocada que resultó en una fotografía muy distorsionada del cuerpo de una mujer. Hemos arreglado el problema y seguiremos adelante con la mayor precaución para asegurar que el calibre de nuestro material gráfico proyecte nuestra imagen de marca de un modo apropiado.
For over 42 years we have built a brand based on quality and integrity. After further investigation, we have learned that we are responsible for the poor imaging and retouching that resulted in a very distorted image of a woman's body. We have addressed the problem and going forward will take every precaution to ensure that the caliber of our artwork represents our brand appropriately.
Pero es que era mucho más fácil ser honesto desde el principio.
2 efectos secundarios:
bah, de verdad que ya aburren, esta gente sabía perfectamente lo que estaba haciendo desde el principio, saben que la polémica es publicidad gratis, y no les importa nada, no tienen escrúpulos...
Pues sí que era mucho más fácil ser honesto desde el principio, pero entonces no podríamos gozar de esa disculpa, que es una pieza literariamente insuperable sobre el uso del eufemismo. Magistral.
Yo voy a intentar aprenderla de memoria, porque repasándola creo que nunca más volveré a aburrirme.
Mil gracias, ephericordio. Os echo de menos, de verdad.
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